Hace unos meses recibimos uno de esos encargos que nos encantan, y es que el restaurante Luces de Varela llegó a Boogaloo para ofrecernos decorar su nuevo restaurante con nuestras mejores ideas.
Además se declararon unos amantes de nuestros jardines verticales, por lo que decidimos marcarnos un gran reto: crear el mayor jardín vertical de flor preservada de la ciudad. Pero un jardín vertical tan grande podría caer en la repetición o el aburrimiento, por lo que la idea de fusionar nuestro habitual jardín con diferentes troncos de madera pirenaica, empezó a coger forma.
Con estos troncos no solo ganamos dinamismo sino que conseguimos fusionar el jardín vertical de 50 metros con las mesas y la barra, también de madera. Finalmente el objetivo se logró y el jardín vertical no quedó como algo ajeno al restaurante, sino como la base de un entorno natural donde comer de una forma diferente.
Como broche final a la idea, y como vía para dar un salto de calidad, llamamos a nuestra amiga y artista Ira Torres para crear juntos uno de nuestros cuadros vegetales con la imagen corporativa del restaurante. Esta obra pintada con el mismo color oxidado que tiene la parte inferior de la barra, da el punto diferencial a un proyecto donde la creatividad no ha tenido barreras.